En una calle calcárea rodeada de muros de piedra y olivos de 700 años de antigüedad se encuentra la Masseria Torre Maizza. Parte plantación, parte fortaleza, la masserie tiene un particular pragmatismo local que combina el lujo de un caballero con la austeridad de un granjero y la sobriedad de un soldado. La Masseria Torre Maizza, inaugurada en abril como el duodécimo hotel de Rocco Forte, no es la excepción.

La villa del siglo XVI forma una ciudadela sobre la explanada, y las pérgolas de viñedos rodean una gran piscina detrás. Más allá, una puerta arqueada conduce a un conjunto de habitaciones que se extiende hacia el Adriático a través de un paisaje atenuado por estanques y áreas verdes. Las cuarenta habitaciones, frescas y relajadas, van desde las dobles con vista al mar hasta las amplias suites con jardines privados y piscinas. Los pisos de piedra y los techos abovedados, la ropa de cama confeccionada a medida, la cerámica artesanal y los matices de color blanqueado por el sol destacan el mobiliario tradicional de los modernistas.