Mientras tanto, en el interior, el hotel es un modelo de la propuesta residencial de Rosewood para el lujo y la creación de «A Sense of Place» (Un sentido del lugar). Los materiales que varían entre los tonos minerales y metálicos eliminan cualquier concepto de institucionalidad. El servicio es atento, pero nunca servil. La experiencia es más la de un lujoso ático que la de un gran hotel. Y, de hecho, las Residencias de Rosewood están diseñadas para estadías prolongadas. Los pisos de las habitaciones te reciben en los ascensores con amplios salones, donde puedes relajarte con un libro antes de retirarte a tu habitación con vistas al puerto o reunirte con amigos antes de bajar a cenar. Los ocho bares y restaurantes ofrecen una versión contemporánea de los sabores cantonés e internacional, y habitaciones privadas para un servicio de estilo familiar.
«Rosewood Hong Kong establece nuevos y llamativos puntos de referencia en cuanto a diseño, experiencia de los huéspedes, cocina y cultura», señala Cheng. «Nuestra ambición es crear un nuevo referente mundial de la hospitalidad de gran lujo y un punto focal del vibrante estilo de vida de Hong Kong, que refleje su increíble dinamismo, estilo y diversidad».