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    6 tendencias de viaje que hay que conocer ahora mismo

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Verano sin fin: Mantén el ambiente en estos 6 lugares

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Belmond Cap Juluca

    BELMOND CAP JULUCA

    Bahía de Maunday, Anguila 

    Escapada frente al mar

    Playa

    ¡Recorre el complejo en camionetas VW turquesas!

    Poder «nadar hasta el desayuno»

    Amantes de la playa, diviértanse: El Belmond Cap Juluca en Anguila ha reabierto recientemente después de extensas renovaciones, y el resultado es para lo que están hechas las vacaciones, es decir, una playa de arena blanca, vistas al mar impresionantes, villas con piscinas privadas y mariscos servidos junto al mar, con la oportunidad de desconectarte y relajarte con un paisaje realmente hermoso.

    Ubicación:

    A solo 20 minutos del aeropuerto, Belmond Cap Juluca se encuentra en un lugar envidiable, justo en la Bahía de Maunday, un tramo de playa turquesa en el lado oeste de la isla. El resort es la segunda propiedad de Belmond en el Caribe, y la primera en la isla de la cercana Saint Martin.

    Ambiente:

    La descripción de la propiedad de su «lujo descalzo» no podría ser más acertada, y se puede sentir en todo el resort, desde la piscina de azulejos verdes hasta los pisos de piedra caliza, pasando por las 108 habitaciones y suites, todas con vistas al mar. Las habitaciones, suites y villas están equipadas en blanco, gris y otros colores neutros, con matices de azul y verde, y todas ellas tienen una terraza privada (equipada con sillones en los que se puede dormir la siesta), mientras que otras permiten ir directamente a la playa.  

    Por qué nos encanta:

    Empecemos con los colores: Desde los edificios blancos greco moros hasta el azul del agua, pasando por los diseños botánicos y el verdor de todo el resort, los alrededores por sí solos pueden transportarte rápidamente a un lugar de puro relajo. Ahora, agrega todo lo demás: Aunque el relajo puede ser fácilmente la mejor opción, también hay muchas otras opciones interesantes. Hay bicicletas de pedales y camionetas VW turquesas para pasear por el resort; para relajarte y recuperarte, hay un spa, The Arawak Spa (¡con su propia piscina!), y un gimnasio abierto las 24 horas; y un instructor de yoga permanente que dirige las clases durante todo el día. Además, hay una gran variedad de actividades para los amantes del agua, como el kayak y el buceo con esnórquel, y para los fanáticos de los deportes, como el golf y el baloncesto. En cuanto a la bebida y la comida, hay cuatro opciones: el emblemático Pimms, que ofrece la oportunidad de probar comidas locales, el Cap Shack con su camión de comida clásico, donde puedes beber un cóctel mientras metes los pies en la arena, así como el Club de Maunday, que sirve tapas peruanas y Cip's de Cipriani.

     

    Por qué deberías ir a F1RST:

    Cuando estés listo para salir a la playa, si reservas a través de F1S te ganarás un regalo de bienvenida, un desayuno para dos personas, un crédito de US$100 para comidas y bebidas, y una mejoría de la habitación de cortesía al registrarte, si está disponible.

    Lea estos 8 consejos de expertos antes de sus próximas vacaciones familiares

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Las villas son ideales para viajar en familia, por eso

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Tendencias de viaje que debes conocer para el 2021

     

     

     

     

     

     

     

     

    Cultura y conexión en Cuba

    Cultura y conexión en La Habana, Cuba

    First in Service el cofundador y CEO, Fernando González, pasa un largo fin de semana empapándose de la historia, arquitectura y comida de la Habana del Caribe.

    Desde el momento en que aterricé en La Habana, supe que había algo especial en la ciudad. Abierta a los viajeros estadounidenses hace pocos años, Cuba es uno de esos lugares que siempre quise visitar, y La Habana era el punto de partida ideal. Como cubano americano, el país es una puerta a la historia de mi propia familia y una experiencia que no podía esperar a compartir con mi esposa, Awilda, y nuestra hija, Sofía.

    VIEJA HABANA

    Apreciando la arquitectura

    Soy un aficionado de la arquitectura y el diseño, y la increíble belleza de las construcciones de la ciudad no tiene comparación, me quedé impresionado. Desde los colores hasta los elementos arquitectónicos, el detalle y la creatividad que se emplearon en la elaboración de cada uno eran evidentes. Caminar por las calles de La Habana es una excelente manera de disfrutar todo y reservar una guía turística para proporcionar el contexto histórico y la información general lo hace aún mejor.

    Descubriendo la cultura

    A los 13 años, mi hija Sofía es una ávida viajera (ha estado en unos 30 países), pero este viaje nos permitió descubrir una cultura que era a la vez familiar y totalmente nueva, y ver el país desde una perspectiva totalmente diferente. Desde nuestra base en el Hotel Saratoga en La Habana Vieja, pudimos ver y experimentar mucho de lo que hace que la ciudad funcione. Eso incluyó una excursión con un historiador de música para aprender más sobre la historia de la música cubana, visitando increíbles galerías de arte, y comprando en lugares como Clandestina, una tienda donde casi todos los productos son diseñados exclusivamente en el país.

    Saboreando la cocina

    Si te encanta la comida, este es el lugar para estar: el próspero escenario culinario en La Habana es tremendo. En el transcurso de nuestra visita de cinco días, comimos en unos diez restaurantes diferentes y todos eran excelentes. Algunos para considerar en tu viaje: Al Carbon en la Habana Vieja, El Cocinero, y Otramanera en el vecindario playero de la Habana. Como estuvimos ahí para el año nuevo, también disfrutamos de una increíble gala y cena en la Plaza de la Catedral.

    En general, si el objetivo del viaje no es solo disfrutar la comida y la música de un nuevo lugar, sino también experimentar la cultura y descubrir lo que tiene que ofrecer, entonces ir a Cuba, y a La Habana, en particular, nos permitió hacer precisamente eso. Lo sé...mi familia y yo ya estamos planeando volver a visitarla pronto.